Haciendo visible lo invisible: Koalas y Cebras

Compartimos el mundo con una cantidad de seres vivos casi incalculable. Vivimos rodeados de animales salvajes, domésticos, algunos invisibles a nuestros ojos y otros a los que tememos por sus dimensiones y su fuerza. Desconocemos a gran parte también, de los seres con los que coexistimos.

Y, aun así, lamentamos año tras año la desaparición de numerosas especies que se han visto afectadas, en parte, por el impacto de la huella humana sobre sus hogares y sobre ellos mismos.

En el post de hoy te hablamos de dos especies de animales que se encuentran en riesgo de desaparecer. Es curioso el hecho de que cada una pertenezca a un rincón opuesto del mundo, y su situación sea tan similar.

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NO QUEREMOS QUE SE ACABEN LAS HOJAS DE EUCALIPTO

El Koala, denominado científicamente Phascolarctos Cinereus es un animal mamífero endémico de Australia. Sus áreas de residencia se localizan en las zonas de Nueva Gales del Sur, Victoria, Queensland y el área de Australia Meridional.

El Koala es una especie herbívora, su alimentación está basada en la ingesta de hojas de eucalipto. Un dato curioso de estos mamíferos australianos es que duermen una media de 14 horas al día. Su esperanza de vida media oscila entre los 10 y 13 años, pero si viven en cautividad, pueden alcanzar los 20 años de vida.

No obstante, algunos hechos recientes han causado que los koalas mueran mucho antes de lo normal, y que además se reduzca la población en escalas escalofriantes. Existe un conflicto de teorías sobre el riesgo real que corren los Koalas en la actualidad. Por una parte, hay quienes afirman que los Koalas van a desaparecer en pocos años si no se toman medidas drásticas de inmediato, y hay quienes, aun conscientes de que la situación de esta especie no es la óptima, aseguran que los Koalas no se encuentran en un peligro tan abismal.

Lo cierto es que el Koala tiene varios frentes abiertos; en primer lugar, debe lidiar con la pérdida de su hábitat natural: los bosques de eucalipto, los cuales son su hogar y su fuente de alimentación. La desaparición de su entorno se debe, en primer lugar, al desarrollo masivo de la urbanización, a la construcción de carreteras y vías de ferrocarril y a la deforestación. Resulta casi imposible de creer, pero Australia figura como uno de los países con mayor tasa de deforestación del mundo.

Por otra parte, los graves incendios que han acontecido durante los últimos años al país han hecho mella, además de en la vida de los australianos, en la vida de los koalas. Muchos han fallecido entre las llamas, y otros como consecuencia de la incineración de sus hogares. Entre 2019 y 2020 se estima que se quemaron casi 6 millones de hectáreas de bosques australianos. Los incendios no intencionados pueden ser una consecuencia de el problema medioambiental al que nos enfrentamos todos; más sequías, temperaturas extremas, el aumento de dióxido de carbono en el ambiente…

Sumado a estos factores, encontramos además que los Koalas padecen también de enfermedades. En concreto, están afectados por una bacteria que causa Clamidia, y que les provoca ceguera, infertilidad, infecciones respiratorias e incluso puede derivar en la muerte.

Está claro que la situación actual de los Koalas no es la idónea, no obstante, todavía no están funcionalmente extintos ni en un peligro grave de estarlo. Pero es necesario, de igual manera, frenar las causas que les convierten en vulnerables, si queremos que perduren en el tiempo.

En Hanukeii estamos cien por cien comprometidos con la lucha por preservar un futuro próspero para los koalas. En nuestra última colección hemos lanzado, además de nuestro producto habitual, las gafas de sol, una tirada de gorras que nos hacen especial ilusión. Siguiendo la estética de las gorras de beisbol, hemos diseñado varios modelos diferentes entre sí, y cada uno cuenta con un parche en la parte delantera, sobre la visera de la gorra, que representa a un animal no doméstico, y en el caso de los Koalas, en una situación de vulnerabilidad.

NO HABRÁ CEBRAS SI NO HAY AGUA

Hablemos de las cebras de Grévy: En el idioma Samburu se les llama loiborkoram y si en algún momento te han parecido ligeras, estás completamente equivocado; son enormes. El peso medio de estos animales alcanza los 450 kilogramos. La cebra es el animal más salvaje de la especie de los équidos. El vientre y la base de la cola son blancos. Se piensa que la función de estas rayas es de reconocimiento social, regulación de temperatura o para crear un efecto que confunda a los depredadores.

Las cebra de Grevy se organizan en pequeñas manadas ubicadas de manera dispersa para poder pastar de manera homogénea. Su principal fuente de alimento es la hierba y los juncos, pero cuando hay escasez, también recurren a cortezas, frutos y raíces.

Están equipadas con unas peculiares orejas aparentemente redondeadas si se observan desde la lejanía, y sus rayas negras y blancas son finas y elegantes. Su vientre y la base de la cola no obstante, prescinden de las rayas. Son de color blanco. Aunque hay quien afirma que las rayas cumplen una función de reconocimiento social y de defensa frente a posibles depredadores, esta teoría no está cien por cien comprobada. Son animales imponentes, bonitos. Su porte y presencia resultan abrumadores incluso para los humanos.

Y están en grave peligro. Actualmente solamente permanecen en estado salvaje 2000 cebras adultas. Su disminución se ha hecho especialmente visible en el cuerno de África; en el Norte de Kenia y en Etiopía. ¿Las causas de su progresiva extinción? El medioambiente, la caza, la competencia con el sobrepastoreo del ganado doméstico por encontrar fuentes de alimento y, por supuesto, la ley del más fuerte; los principales depredadores de las cebras son el León, el guepardo, el leopardo y la hiena.

Desde finales del año 2008, las sequias severas han azotado a las áreas de residencia de las cebras, por lo que la hierba de la que se alimentan las cebras está marchita y pobre. Los ríos de Kenia han estado completamente secos durante largas temporadas de tiempo. Las cebras no tienen apenas acceso al agua.

Al ver la gravedad de la situación, la asociación Grevy’s Zebra Trust ha desarrollado un proyecto para alimentarlas. Han dispuesto, cuando se ha tenido lugar una estación especialmente seca, fardos de heno a lo largo de los caminos que toman las cebras para acudir a los abrevaderos en busca de agua. El heno se recoge en zonas más húmedas y se dispone en los lugares donde es especialmente necesario. 2017 fue el año en el que aconteció la peor sequía de la última década, y Grevy’s Zebra Trust distribuyó unos 3500 fardos de heno.

Aunque la acción de esta asociación es completamente desinteresada y altruista, ha generado cierta polémica en torno a la duda de si es correcto alimentar a animales salvajes. La respuesta, en circunstancias normales, es claramente negativa. No es correcto; Se puede alegar que alimentar a una cebra reduce su nivel de salvajismo y aumenta, en parte, su posición como “animal doméstico”. Depender de los humanos puede llegar a derivar en una limitación de su libertad.

«Reducir la libertad de los animales en este sentido puede considerarse una especie de orgullo desmedido, la arrogancia humana que intenta controlar todo lo que ocurre en el mundo», afirma Clare Palmer, filósofa y estudiosa de la ética de las interacciones entre humanos y animales en la Universidad A&M de Texas.

Es cierto que la situación es goza de una gran controversia, pero, en realidad, estos animales se encuentran en una posición realmente delicada y necesitan ayuda.

En Hanukeii todavía no hemos hecho una labor de las características de las de nuestros compañeros de Grevy’s Zebra Trust, pero estamos trabajando en ello. Para empezar, hemos diseñado también un modelo de gorra centrado exclusivamente en resaltar la figura de las cebras para que permanezcan siempre en un punto visible. Y cuando las cosas no se pierden de vista, es muy complicado no prestarles atención.

Las cebras y los koalas son solo un par de todas las especies que se encuentran en una situación de riesgo extremo. Las gorras son solo el comienzo de un movimiento que esperamos no termine nunca. ¿Te unes a nosotros?